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viernes, 26 de marzo de 2010

THE SECT. (parte 2)

cap 3
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Le pedí a Andriu que viniera a casa conmigo ya que en la cantina era imposible hablar y tenía que enseñarle toda la documentación que Harry tenia en casa sobre la investigación de la secta. La verdad es que me daba miedo llevarlo a casa conmigo, pues solo mirarlo a los ojos me hacía perder el control y notaba la humedad en mis bragas. Al entrar a casa, con un toque de mis palmas se encendió una luz tenue y se puso la música.
_¿Quieres tomar algo mientras te enseño toda la documentación que tengo en casa?-pregunté un tanto ansiosa-Pasa y siéntate en este sofá, esta algo mullido pero es muy cómodo.
_Gracias Marian, todo lo que tengas del caso nos puede ayudar- le respondí mientras podía sentir ese olor tan particular que invadía mis sentidos.
Mientras yo me dirigía al despacho, noté como su mirada se clavaba en mis posaderas...adjunté toda la documentación y la llevé al salón, me senté junto a él y coloqué los papeles sobre la mesa. Al echarme hacia delante lo vi mirar mis senos y me di cuenta que al estar agachada se me veían mis rosados y erectos pezones.
_Aquí tienes Andriu, podrás encontrar en estos documentos la ubicación de la secta, y del edificio donde opera aparentemente. La policía ha revisado el lugar pero no pudo encontrar nada que delatara el funcionamiento una secta ahí. Quieres saber algo más?-pregunté un tanto incomoda.
_ Me gustaría saber si has notado algo raro, en la actitud de Harry en el ultimo
tiempo- pregunté en medio de una terrorífica ola de calor que me atacó por entero.
_ Raro no -le respondí- ¿Te importa si mientras tu les vas echando un vistazo, yo me pongo algo mas cómodo y preparo algo de cenar?, y perdona que este tan cerca de ti, pero es que usas su mismo perfume y me cuesta mucho controlar mis impulsos- y mirando su entrepierna agregué risueñamente-pero por lo que se deja entrever en tus pantalones a ti también te cuesta controlar los tuyos.
_La verdad que es difícil estar a tu lado y permanecer indiferente- le dije tratando de poner mi mejor sonrisa.
_Sabes?, es curioso, cuando yo conocí a Harry y hablamos por primera vez estaba como tú lo estas ahora, bien empalmado. Creo que has visto lo mismo que él vio en ese momento. Estábamos en la playa y me quite la parte de arriba y frente a mi estaba él acostado boca abajo y con su mirada clavada en mi. Al levantarse dejo un agujero en la arena y al mirarle la entrepierna comencé a reír. El se fue muy cortado al agua y yo fui tras él, me coloqué a su espalda y metí la mano dentro de su bañador, por un instante pensé que se desvanecía. Acaricié su miembro, palpé sus testículos y antes de que me diera tiempo de masturbarlo se había corrido en mis manos-agregué-Perdona no sé porque te he contado esto, veo que tu pantalón esta en apuros -volví a sonreír.
_ Tal vez conozcas algún truco para sacarme de la situación- le dije con una mueca dibujada en los labios.

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cap 4

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Era casi la medianoche, llevabamos largo tiempo apostados a pocos metros de la enorme edificación, donde según la policía se perdió todo rastro de mi amigo Harry.
Momentos después Marian dormitaba recostada en el asiento del acompañante, mientras que en el tracero en una mochila, descansaba mi pesado armamento, listo para ser usado en caso de peligro. Desde hace mucho tiempo conocía el accionar de esta secta, pero nunca se consiguieron las pruebas necesarias para desbaratarla. Ritos demoníacos , ofrenda de vidas humanas y secuestros de personas estaban entre el accionar de esta organización, pero sus cabecillas la sabían llevar muy inteligentemente para evitar cualquier hecho que pudiera afectarlos en sus oscuras actividades. El frio de la noche traspasaba los cristales del automovil,por un momento dejé a un lado la vigilancia de la edificación y me dedique a contemplar el dulce rostro de Marian que dormitaba a mi lado.
El frio invadía mi cuerpo, mis pezones me dolían de lo erectos que estaban y el dolor a su vez me excitaba. Al abrir los ojos vi como él me miraba, le dije que me pasaba al sillón de atrás y que si me acompañaba ya que si nos abrazábamos el frio será más llevadero.
Me baje del coche sin pensarlo y abrí la puerta a Marian, para que esta se pasara al asiento de atrás, se quedó justo en el centro yo me senté a su lado y cerré la puerta del coche. Ella puso su cabeza en mi hombro, yo le pase el brazo por encima. Notaba su seno pegado a mí su olor me embriagaba y me hacia desear sus voluminosos labios.
Notaba la respiración de Andriu agitada, le puse mi mano en su pecho, pegándome a él lo máximo posible. Su corazón latía acelerado, mi boca estaba pegada a su cuello, respirando excitada sobre él. Noté como suspiraba, le dije que me abrazara ya que no se me pasaba el frio.
Yo la abracé masajeba sus brazos que estaban helados, ella se los acercaba más a sus pechos y yo los rosaba con mis dedos, la boca se me hacía agua, su boca estaba completamente pegada a mi cuello, juraría que me esta besando, pero decidí esperar a sentir su lengua, para buscarla con la mía.
Ummmmmmmmmmmm!!!!!!!!!, cada vez que pasaba las manos sobre mis brazos, sus dedos acariciaban mis senos, mi boca besaba su cuello y entonces me senté de espalda sobre el, cojí sus manos e hice que rodeara mi cuerpo, mientras restregaba mis glúteos sobre su duro miembro, ahhhhhhhhh!!!, la humedad empezaba a traspasar mi tanga, le tomé de las manos llevándolas a mis pechos, y noté como se le ponía aun más duro., como me apretaba, besaba mi cuello y buscaba mi boca, la cual yo le entregaba.
Con sus pechos entre mis manos, su boca en mi boca, su lengua acariciando mi lengua, me deje hacer, caí rendido ante su belleza, ella no dejaba de restregar sus glúteos contra mi pene y yo no podía dejar de apretar sus pechos, duros, redonditos y con unos pezones largos y erectos. Metí mis manos bajo su blusa y su sujetador y los palpe desnudos, no podía dejar de besarla al ver lo excitada que estaba Marian, mis manos bajaron a su sexo, subí su falda y toqué su sexo sobre su tanga, creí no aguantar mi eyaculación al impregnar mis manos de su rico néctar.Saque mi mano y la lleve a mi boca, chupe mis dedos muy despacio bajo su atenta mirada.
Cuando sentí sus dedos en mi sexo, salía fuera de mi toda la excitación echa agua, y al ver como él se la llevaba pegada a sus dedos, hasta parar en su boca, me puse a 100, quería tenerlo dentro y galopar sobre el hasta que me escupiera dentro el deseo hacia mí.Cuando el terminó de chuparse los dedos, fui en busca de ellos, para chuparlos yo también. Mientras mi mano se colocaba sobre su paquete, desabroché como pude el botón de sus vaqueros y bajé su cremallera, me levanté para sentarme frente a él sobre sus rodillas.Metí mi mano y saque su enorme pene, arrastre mi sexo sobre su pierna hasta quedar agachada ante él. Di un besito a la puntita de su prepucio y este de una embestida la coloco casi entera en mi boca, la succioné muy despacio, no quería que se corriera aun no, quería sentirlo en mi y que su tieso pene, dejara erguida mi espalda.
No me lo podía creer, tenía mi pene en su boca, sentía como lo succionaba y como era acariciado por su legua, mientras yo acariciaba sus hermosos y perfectos pechos, ahhhh!!!!!, por momentos pensé correrme en su boca, pero quería saborearla primero, comérmela de arriba abajo, y que me sientiera dentro, oir como gritaba de placer y que nuestros gemidos se convirtieran en nuestra canción, en nuestra mejor melodía.Le pedí que se pusiera en el sillón, que abriera sus piernas, tiré su tanga hacia un lado y pase mi lengua por su ardiente y húmeda raja. Subí con mi boca impregnada de néctar y mame de sus pezones como un niño hambriento, ella me sujetó del pelo, arrastrándome hacia su boca.Una vez en ella, me hizo una limpieza a fondo, con sus labios y su lengua.Yo baje nuevamente a su sexo y mi lengua se perdió en él, en su raja, en su interior, en su clítoris, que rica estaba, ahhhhhh!!!!!!me pedía que la penetrara que la hiciera temblar.
Era la primera vez que me sentía tan cerca del cielo!!!!!!!, nunca antes me lo había comido tan bien y nunca había sentido como mi cuerpo me abandonaba, pero quería culminar, lo necesitaba, así que le pedía que me penetrara, quería que se corriera en mi interior, pero ser yo quien galopara, quien marcara el ritmo mientras él se sujetaba a mis riendas que en este caso eran mis senos. Me coloque sobre él y el me sujetó de los glúteos, mientras yo me agachaba y sujetaba su pene para dejarme caer sobre el y que se adentrara hasta el fondo en mi.
AHHHHHHHHHHH!!!!!!!!, era tal la excitación y la humedad que me entró disparada, ahhhhhhh!!!!!!!!!!!, yo cabalgaba sobre el mientras me sujetaba de los pechos, primero empecé al paso, muy despacio, fui subiendo el ritmo y marchando al trote y cuando ya ambos estábamos exhaustos comencé al galope.
Cuando comenzó a cabalgar sobre mí, su flujo salpicaba mi vientre y mis manos sujetaban con fuerza sus pechos, yo estaba a punto de correrme, al ver su mirada lasciva y oir sus gritos de satisfacción, ambos ya estábamos al limite, le dije que me iba a correr para sacarla de su interior y ella me dijo que me corriera dentro, la verdad es que no me lo pensé dos veces
Ahhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhCORRETE; CORRETE; ANDRIU; ANDRIU, ANDRIUUUUUUUUUUUUU. Noté como se vaciaba en mi interior y yo me vaciaba sobre él.
Al oir sus gemidos y sus gritos pronunciando mi nombre, no pude mas y dispare todo lo que llevaba en mi interior, dentro del suyo. Note como su néctar me corría entre las piernas. Se tumbo sobre mí, sacando mi miembro de su interior y nos quedamos recostados, abrazados un rato mas. Por un momento creí haber estado en el paraíso.
Movimientos repentinos en el portal de acceso me sacaron de la contemplación que llevaba desde hacia un rato del bello rostro de Marian.La toqué levemente con las puntas de mis dedos y le señalé hacia el caserón al tiempo que un automovil con las luces apagadas salia a la callejuela y tomaba rumbo hacia el norte de la ciudad. De manera muy cuidadosa comenzamos a seguirlos, tratando de mantener larga distancia para no despertar sospechas. Durante media hora estuvimos marchando detrás del sospechoso rodado y ya nos encontrábamos fuera de la ciudad. Observé como el coche se detenía ante una especie de portal de pesadas y elevadas rejas. Detuve mi automovil a un costado del camino y traté desesperadamente de divisar los movimientos a través de la oscuridad de la noche. Vimos como el rodado se perdía en el interior atravesando el umbral del enrejado mientras el silencio desolado del lugar invadía el aire helado en medio de ese paisaje desconocido y enigmático.
(CONTINUARÁ)