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jueves, 10 de diciembre de 2009

NUESTRO PRIMER BAÑO


Suena el despertador,

mis ojos se abren,

temerosos de que no estes a mi lado,

cuando los abro por completo te veo,

hay estas desnudo y armado.

te abrazo y pongo un poco de presión,

lo suficiente para sentirte,

pero no mucha para no despertarte,

sin embargo mi esfuerzo,

es en vano y empiezas a moverte.

Al voltearte me sonríes,

siento como me acelero,

acerco mis labios a los tuyos,

y los rozo suavemente,

me separo y noto que sonríes.
Es hora de levantarse nene,

tu tienes que trabajar,

y yo tengo que ir a casa ,

te digo en un tono autoritario.
Un ratito mas,

me dice mientras te aferras a la almohada,
no, ya es tarde, vístete ,

te contesto mientras te doy tu ropa.
Ya que, dices con un gesto de niño berrinchudo ,

pero…. da tiempo de que nos bañemos,

dice con cara de picaro.
No puedo resistirme a esa cara,

e inmediatamente me dirijo hacia el baño,

y te hago una seña para que vengas,

tu sin mucha demora te aproximas,

nos besamos,

primero suavemente,

y después con lujuria.

La poca ropa que tenía había desaparecido,

entramos a la tina,

y el contacto con el agua,

hizo que me estremeciera aun mas.

Seguimos besándonos,

mientras entrelazábamos,

nuestras piernas,

y comenzábamos un vaivén.

El contacto con el agua,

aumentaba mi excitación,

mi respiración empezó a tornarse agitada,

y mis gemidos se hicieron notorios,

mientras tu comenzabas,

a aferrarte con fuerza,

al borde de la tina.

Y no dejabas de emitir gemidos,

sentí el orgasmo venir,

acelere el ritmo,

mientras me mordía los labios.

Tu no parabas de gemir,

la corrida fue inminente,

y comencé a sentir,

tu semen en mi vagina,

y poco después derrame,

mis jugos sobre ti.

Me acerque a ti,

y te bese suavemente,

me separe,

y te mire a los ojos,

los dos reímos.

Salimos de la tina,

y comenzamos a vestirnos,

se había hecho tarde,

salimos de tu apartamento como pudimos,

y quedamos de vernos,

para almorzar más tarde.
Llegue a casa,

con una gran sonrisa,

difícil de ocultar,

y mi amiga,

se dio cuenta de ello rápidamente.
Como que a ti te paso algo hoy,

o mejor dicho ayer,

dijo con una sonrisa,
si, tal vez – conteste,
Aja! Y yo que pensaba que eras tímida.
Jajajaja, es que –hice una pausa,

– es que el es encantador,
¡Vaya que esa muchacho te gusta!,

– dijo sorprendida,

-una cita y ya te tiene de un ala.
Voy a almorzar con el,
Ok, pero no vayas tan rápido,

no me gustaría que te lastimen,

–dijo con ternura.
Asentí con la cabeza,

ella tenía razón,

era la primera cita,

y ya había tenido sexo con el,

y lo último que quería era salir lastimada.

Aunque el me parecía sincero,

necesitaba ir más despacio,

y sobretodo hablar con el sobre eso,

mi cabeza divagaba,

entre miles de pensamientos.

Algunos razonables,

otros absurdos;

llego la hora del almuerzo,

y fui al tocador para arreglarme un poco,

cuando quede satisfecha,

me dirigí por mi bolso,

y salí de la mi casa,

ante la mirada atónita de mi amiga de fatiga.

Me dio risa imaginar,

sus reacciones,

y entre esos pensamientos,

y ya más relajada,

llegue a una pequeña cafetería.

Había una gran cantidad de personas,

no alcanzaba a distinguir a nadie,

cuando de repente sentí,

que me sujetaban por la cintura,

era el,

aun tenía el olor al jabón.
¿Quién soy? – me pregunto,
Ummm… no se déjame pensar,

¿tal vez Brat Pit?,

– dije sarcásticamente,
muy chistosa,

– dijo mientras me quitaba las manos de los ojos.

Cuando me termino de soltar,

lo salude de beso en la mejilla,

el me indico una mesa,

y le hizo una seña al camarero,

que rápidamente se acerco,

y nos atendió amablemente.

Conversamos de cosas triviales,

cuando nos terminamos el almuerzo,

el pidió la cuenta,

y después de pelearnos,

por pagarla,

accedí a que el la pagara,

con la condición.

De que la cena corría por mi cuenta,

nos levantamos,

y el insistió,

en acompañarme a casa de mi amiga,

y yo no puse mucha resistencia.

La verdad era,

que quería pasar,

todo el tiempo,

posible junto a el,

durante el camino,

estuvimos hablando sobres su vida.

Y en pocos minutos,

llegamos a nuestro destino,
nos vemos – ,

se despidió de mi,

con un beso en la comisura de los labios,
Adiós, nos vemos al rato,

– le dije mientras lo abrazaba.

Lo roce con mis pezones,

y le di dos buenas razones,

para que se le hinchara,

lo que llevaba entre los pantolones.

Me tumbo en el coche,

en el asiento de atras,

se saco su miembro,

y por poco me lo hace tragar,

empujaba con fuerza,

pensé que me iba a vomitar.

Cuando esta bien dura,

casi a punta de explotar,

me quito las tangas,

y me lo empezó a chupar.

Me cogí de sus pelos,

no lo quería soltar,

quería correrme en su boca,

dar gritos de loca.

Quería sentirme penetrada,

que mi cavidad me la llenara,

con su miembro,

y con su escencia.

Ahhhhhhhhhhhh!!!!!!!!,

que placer,

solo pensaba en la cena,

ya que me habia quedado,

con ganas de comer,

de comerme el resto de su ser.