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martes, 30 de marzo de 2010

THE SECT (parte 3)

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Cap 5
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Bajamos del automóvil y semiocultos en la maleza que bordeaba el camino nos fuimos aproximando a la entrada de lo que observamos, parecía ser una enorme abadía en medio de una espesa arboleda. De manera sigilosa nos acercamos a las rejas de la entrada y vimos que las mismas yacían atadas por cadenas y un pesado candado.
Era imposible treparlas, por lo que decidimos revisar alguna fisura en los límites de la propiedad. No nos quedó otra alternativa que escalar un grueso y elevado muro de cemento, por lo cual abrí la mochila que cargaba y extraje un soga a la que logré amarrar a los gajos salientes de un árbol que colgaba hacia el exterior. Encaramado al tapial pude subir la mochila con las armas y elevar después a Marian a travez de la maroma.
Ya del otro lado la enorme construcción se erigía imponente ante nuestros ojos en medio de la penumbra.A medida que nos acercábamos a la abadía, pudimos percibir, que una melodía, como de clavicordio se dejaba flotar en el ambiente. Casi pegados contra las paredes deambulamos largos minutos tratando de encontrar una puerta tracera de acceso a la edificación. Una tenue iluminación se percibía a través de los amplios ventanales. Al fin encontramos una puerta de servicio y nos adentramos al interior de esa mole gris.
Los corredores eran inmensos, oscuros y se podía percibir una extraña pesadez en el ambiente. Encontramos unos amplios escalones y comenzamos a transitar por ellos, hasta que terminamos en una especie de palco en el piso superior, de amplios balcones que daban aparentemente a la sala principal de la abadía. Lo que se presentó antes nuestros ojos nos impresionó sobre manera. Aparragados contra las barandas pudimos observar un par de mesadas como si de altares se tratase, ubicados en el centro del amplio recinto e iluminados por grandes candelabros.
Cortinas negras se desprendían desde lo alto, pero lo que más nos impresionó fue que en uno de esos altares una joven muchacha semidesnuda se debatía amarrada por fuertes cadenas acostada sobre la gruesa piedra. Cesó la música al tiempo que una enorme puerta se abrió de par en par en un extremo de la sala. Lentamente comenzaron a ingresar por ella numerosas personas vestidas con batones negros y capuchones en sus cabezas.
Pudimos ver como se ordenaban silenciosamente a lo largo del salón en doble fila. Entonces el clavicordio volvió a elevar sus notas en el aire enrarecido, y desde el fondo de la hilera vimos avanzar de manera lenta hacia el centro de la estancia a una figura esbelta y envuelta en una larga capa roja. Desde su capucha le sobresalían dos especies de cuernos similares a los de los machos cabríos y portaba en sus manos una enorme hacha, cuyo metal relampagueaba a la luz amarillenta de las velas.
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Cap 6
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Nuestro estupor seguía en aumento, al ver como se procedía a la realización de ese ritual que se nos antojó sería espantoso y demoníaco. Intenté en vano desde mi celular establecer contacto con el centro policial y solicitar refuerzos, pero era imposible, carecía de señal. Necesitaba salir fuera del edificio. Le pedí a Marian que siguiera atenta a los movimientos de los presentes en el extraño ceremonial y me arrastré hacia uno de los balcones exteriores. Me encaramé a una estrecha cornisa apoyado en la pared, pero una ráfaga de viento me arrojó hacia adelante. Intenté asirme de una de las barandas, pero el movimiento brusco hizo que se me resbalaran las correas de la mochila de las manos y fueran a parar pesadamente al suelo quince metros mas abajo. El terror se apoderó entonces de mi: ¡estábamos desarmados!

(CONTINUARÁ)

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viernes, 26 de marzo de 2010

THE SECT. (parte 2)

cap 3
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Le pedí a Andriu que viniera a casa conmigo ya que en la cantina era imposible hablar y tenía que enseñarle toda la documentación que Harry tenia en casa sobre la investigación de la secta. La verdad es que me daba miedo llevarlo a casa conmigo, pues solo mirarlo a los ojos me hacía perder el control y notaba la humedad en mis bragas. Al entrar a casa, con un toque de mis palmas se encendió una luz tenue y se puso la música.
_¿Quieres tomar algo mientras te enseño toda la documentación que tengo en casa?-pregunté un tanto ansiosa-Pasa y siéntate en este sofá, esta algo mullido pero es muy cómodo.
_Gracias Marian, todo lo que tengas del caso nos puede ayudar- le respondí mientras podía sentir ese olor tan particular que invadía mis sentidos.
Mientras yo me dirigía al despacho, noté como su mirada se clavaba en mis posaderas...adjunté toda la documentación y la llevé al salón, me senté junto a él y coloqué los papeles sobre la mesa. Al echarme hacia delante lo vi mirar mis senos y me di cuenta que al estar agachada se me veían mis rosados y erectos pezones.
_Aquí tienes Andriu, podrás encontrar en estos documentos la ubicación de la secta, y del edificio donde opera aparentemente. La policía ha revisado el lugar pero no pudo encontrar nada que delatara el funcionamiento una secta ahí. Quieres saber algo más?-pregunté un tanto incomoda.
_ Me gustaría saber si has notado algo raro, en la actitud de Harry en el ultimo
tiempo- pregunté en medio de una terrorífica ola de calor que me atacó por entero.
_ Raro no -le respondí- ¿Te importa si mientras tu les vas echando un vistazo, yo me pongo algo mas cómodo y preparo algo de cenar?, y perdona que este tan cerca de ti, pero es que usas su mismo perfume y me cuesta mucho controlar mis impulsos- y mirando su entrepierna agregué risueñamente-pero por lo que se deja entrever en tus pantalones a ti también te cuesta controlar los tuyos.
_La verdad que es difícil estar a tu lado y permanecer indiferente- le dije tratando de poner mi mejor sonrisa.
_Sabes?, es curioso, cuando yo conocí a Harry y hablamos por primera vez estaba como tú lo estas ahora, bien empalmado. Creo que has visto lo mismo que él vio en ese momento. Estábamos en la playa y me quite la parte de arriba y frente a mi estaba él acostado boca abajo y con su mirada clavada en mi. Al levantarse dejo un agujero en la arena y al mirarle la entrepierna comencé a reír. El se fue muy cortado al agua y yo fui tras él, me coloqué a su espalda y metí la mano dentro de su bañador, por un instante pensé que se desvanecía. Acaricié su miembro, palpé sus testículos y antes de que me diera tiempo de masturbarlo se había corrido en mis manos-agregué-Perdona no sé porque te he contado esto, veo que tu pantalón esta en apuros -volví a sonreír.
_ Tal vez conozcas algún truco para sacarme de la situación- le dije con una mueca dibujada en los labios.

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cap 4

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Era casi la medianoche, llevabamos largo tiempo apostados a pocos metros de la enorme edificación, donde según la policía se perdió todo rastro de mi amigo Harry.
Momentos después Marian dormitaba recostada en el asiento del acompañante, mientras que en el tracero en una mochila, descansaba mi pesado armamento, listo para ser usado en caso de peligro. Desde hace mucho tiempo conocía el accionar de esta secta, pero nunca se consiguieron las pruebas necesarias para desbaratarla. Ritos demoníacos , ofrenda de vidas humanas y secuestros de personas estaban entre el accionar de esta organización, pero sus cabecillas la sabían llevar muy inteligentemente para evitar cualquier hecho que pudiera afectarlos en sus oscuras actividades. El frio de la noche traspasaba los cristales del automovil,por un momento dejé a un lado la vigilancia de la edificación y me dedique a contemplar el dulce rostro de Marian que dormitaba a mi lado.
El frio invadía mi cuerpo, mis pezones me dolían de lo erectos que estaban y el dolor a su vez me excitaba. Al abrir los ojos vi como él me miraba, le dije que me pasaba al sillón de atrás y que si me acompañaba ya que si nos abrazábamos el frio será más llevadero.
Me baje del coche sin pensarlo y abrí la puerta a Marian, para que esta se pasara al asiento de atrás, se quedó justo en el centro yo me senté a su lado y cerré la puerta del coche. Ella puso su cabeza en mi hombro, yo le pase el brazo por encima. Notaba su seno pegado a mí su olor me embriagaba y me hacia desear sus voluminosos labios.
Notaba la respiración de Andriu agitada, le puse mi mano en su pecho, pegándome a él lo máximo posible. Su corazón latía acelerado, mi boca estaba pegada a su cuello, respirando excitada sobre él. Noté como suspiraba, le dije que me abrazara ya que no se me pasaba el frio.
Yo la abracé masajeba sus brazos que estaban helados, ella se los acercaba más a sus pechos y yo los rosaba con mis dedos, la boca se me hacía agua, su boca estaba completamente pegada a mi cuello, juraría que me esta besando, pero decidí esperar a sentir su lengua, para buscarla con la mía.
Ummmmmmmmmmmm!!!!!!!!!, cada vez que pasaba las manos sobre mis brazos, sus dedos acariciaban mis senos, mi boca besaba su cuello y entonces me senté de espalda sobre el, cojí sus manos e hice que rodeara mi cuerpo, mientras restregaba mis glúteos sobre su duro miembro, ahhhhhhhhh!!!, la humedad empezaba a traspasar mi tanga, le tomé de las manos llevándolas a mis pechos, y noté como se le ponía aun más duro., como me apretaba, besaba mi cuello y buscaba mi boca, la cual yo le entregaba.
Con sus pechos entre mis manos, su boca en mi boca, su lengua acariciando mi lengua, me deje hacer, caí rendido ante su belleza, ella no dejaba de restregar sus glúteos contra mi pene y yo no podía dejar de apretar sus pechos, duros, redonditos y con unos pezones largos y erectos. Metí mis manos bajo su blusa y su sujetador y los palpe desnudos, no podía dejar de besarla al ver lo excitada que estaba Marian, mis manos bajaron a su sexo, subí su falda y toqué su sexo sobre su tanga, creí no aguantar mi eyaculación al impregnar mis manos de su rico néctar.Saque mi mano y la lleve a mi boca, chupe mis dedos muy despacio bajo su atenta mirada.
Cuando sentí sus dedos en mi sexo, salía fuera de mi toda la excitación echa agua, y al ver como él se la llevaba pegada a sus dedos, hasta parar en su boca, me puse a 100, quería tenerlo dentro y galopar sobre el hasta que me escupiera dentro el deseo hacia mí.Cuando el terminó de chuparse los dedos, fui en busca de ellos, para chuparlos yo también. Mientras mi mano se colocaba sobre su paquete, desabroché como pude el botón de sus vaqueros y bajé su cremallera, me levanté para sentarme frente a él sobre sus rodillas.Metí mi mano y saque su enorme pene, arrastre mi sexo sobre su pierna hasta quedar agachada ante él. Di un besito a la puntita de su prepucio y este de una embestida la coloco casi entera en mi boca, la succioné muy despacio, no quería que se corriera aun no, quería sentirlo en mi y que su tieso pene, dejara erguida mi espalda.
No me lo podía creer, tenía mi pene en su boca, sentía como lo succionaba y como era acariciado por su legua, mientras yo acariciaba sus hermosos y perfectos pechos, ahhhh!!!!!, por momentos pensé correrme en su boca, pero quería saborearla primero, comérmela de arriba abajo, y que me sientiera dentro, oir como gritaba de placer y que nuestros gemidos se convirtieran en nuestra canción, en nuestra mejor melodía.Le pedí que se pusiera en el sillón, que abriera sus piernas, tiré su tanga hacia un lado y pase mi lengua por su ardiente y húmeda raja. Subí con mi boca impregnada de néctar y mame de sus pezones como un niño hambriento, ella me sujetó del pelo, arrastrándome hacia su boca.Una vez en ella, me hizo una limpieza a fondo, con sus labios y su lengua.Yo baje nuevamente a su sexo y mi lengua se perdió en él, en su raja, en su interior, en su clítoris, que rica estaba, ahhhhhh!!!!!!me pedía que la penetrara que la hiciera temblar.
Era la primera vez que me sentía tan cerca del cielo!!!!!!!, nunca antes me lo había comido tan bien y nunca había sentido como mi cuerpo me abandonaba, pero quería culminar, lo necesitaba, así que le pedía que me penetrara, quería que se corriera en mi interior, pero ser yo quien galopara, quien marcara el ritmo mientras él se sujetaba a mis riendas que en este caso eran mis senos. Me coloque sobre él y el me sujetó de los glúteos, mientras yo me agachaba y sujetaba su pene para dejarme caer sobre el y que se adentrara hasta el fondo en mi.
AHHHHHHHHHHH!!!!!!!!, era tal la excitación y la humedad que me entró disparada, ahhhhhhh!!!!!!!!!!!, yo cabalgaba sobre el mientras me sujetaba de los pechos, primero empecé al paso, muy despacio, fui subiendo el ritmo y marchando al trote y cuando ya ambos estábamos exhaustos comencé al galope.
Cuando comenzó a cabalgar sobre mí, su flujo salpicaba mi vientre y mis manos sujetaban con fuerza sus pechos, yo estaba a punto de correrme, al ver su mirada lasciva y oir sus gritos de satisfacción, ambos ya estábamos al limite, le dije que me iba a correr para sacarla de su interior y ella me dijo que me corriera dentro, la verdad es que no me lo pensé dos veces
Ahhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhCORRETE; CORRETE; ANDRIU; ANDRIU, ANDRIUUUUUUUUUUUUU. Noté como se vaciaba en mi interior y yo me vaciaba sobre él.
Al oir sus gemidos y sus gritos pronunciando mi nombre, no pude mas y dispare todo lo que llevaba en mi interior, dentro del suyo. Note como su néctar me corría entre las piernas. Se tumbo sobre mí, sacando mi miembro de su interior y nos quedamos recostados, abrazados un rato mas. Por un momento creí haber estado en el paraíso.
Movimientos repentinos en el portal de acceso me sacaron de la contemplación que llevaba desde hacia un rato del bello rostro de Marian.La toqué levemente con las puntas de mis dedos y le señalé hacia el caserón al tiempo que un automovil con las luces apagadas salia a la callejuela y tomaba rumbo hacia el norte de la ciudad. De manera muy cuidadosa comenzamos a seguirlos, tratando de mantener larga distancia para no despertar sospechas. Durante media hora estuvimos marchando detrás del sospechoso rodado y ya nos encontrábamos fuera de la ciudad. Observé como el coche se detenía ante una especie de portal de pesadas y elevadas rejas. Detuve mi automovil a un costado del camino y traté desesperadamente de divisar los movimientos a través de la oscuridad de la noche. Vimos como el rodado se perdía en el interior atravesando el umbral del enrejado mientras el silencio desolado del lugar invadía el aire helado en medio de ese paisaje desconocido y enigmático.
(CONTINUARÁ)

sábado, 20 de marzo de 2010

THE SECT. (parte 1)

Nuevamente MY LOVE y mismamente yo nos hemos lanzado a una nuevaaventura que espero sea de vuestro agrado.
Yo me lo he pasado GENIAL!!!!!, me he reido mucho y tambien me he puesto a 100, pero bueno eso no es raro en mi.
GRACIAS MY LOVE!!!!!!!!!!!, por los gratos momentos compartidos, aqui no te chupo la sangre pero si que te chupo................
HUY!!!!!!!, que por poco se me escapa.
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THE SECT
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Cap 1
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Mi nombre es Marian, hoy es mi primer aniversario de boda y mi 20 cumpleaños, tenía previsto celebrarlo por todo lo alto, mi hombre me a hecho la mujer más feliz de la tierra.Pero en este momento también la más desgraciada, hace un mes que no duermo, no como, no vivo, no sé como aun puedo seguir llorando, siento un dolor inmenso en mi pecho y un vacío en mi corazón.El era policía y salió una mañana a investigar sobre una secta y parece como si la tierra se lo hubiera tragado. La policía lo busco al principio día y noche, pero….. me da que ya se han dado por vencidos.Yo no lo haré, ya que no se vivir sin el, me he decido a buscar a un amigo suyo, que es detective y quizás el me pueda ayudar con esta agonía.Me coloco un vestido rojo, escotado hasta el trasero y casi hasta el ombligo. A él le encantaba vérmelo puesto, me puse mis zapatos de aguja de 10 cm, solté mi larga melena color cobrizo y pinte mis labios de rojo.En un taxi me dirijí hacia la cantina donde solía ir con mi esposo y donde se que también frecuenta Andriu, su amigo el detective. Ya veo su cartel, vaya nombre “, LA BIEN PAGA”, vengo yo vestida para la ocasión . Me paro ante la puerta hecho un vistazo rápido, mientras espero a que se pase el temblor de mis piernas. Es un lugar muy acogedor, tiene un salón muy amplio y la iluminación es muy erótica, un rojo intenso, que casi te hace perder el control, me sentí penetrada por su brillo y por la mirada de los allí presentes. Pero mis ojos solo buscaban al amigo de mi esposo. Ahí esta!!!!!, solo lo vi un par de veces, pero como me podría olvidar de semejante hombre, su melena ondulada, negra azabache cayendo sobre sus hombros, sus brazos fuertes y fornidos, su ancha espalda, su torso musculoso, con esos pantalones vaqueros, marcando glúteos y ………….. bueno lo mejor su mirada, esos grandes ojos color verde.Ufffffffffffffffff!!!!!!!!!!!!!!!!, las luces y el ambiente hacen que mi cuerpo arda. Me acerco a él, se da la vuelta, se levanta y me saluda efusivamente, y al mirarme sentí como si me desnudara.
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Cap 2:
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Mi vida se había tornado gris, y sin emociones. Gran tiempo de mi día solía pasarlo en esa cantina, matando las horas y solo sintiendo la vida a través del sabor helado del whisky y las caricias compradas de alguna mujer...Hasta que ese día la mas bella aparición me hizo creer que el alcohol y la soledad me estaban pasando sus facturas. Marian, la única mujer que me había hecho concebir la idea de que el amor puede ser eterno, se encontraba avanzando hacia mi, tan bella y tan lejana a la vez, tan deseada y tan prohibida también. El pesado ambiente cargado de humo hacia que esa hermosa aparición se me antojara irreal, como perdida entre una nebulosa rojisa solo bañada por las farolas color sangre del abarrotado salón. El corazón me dio un vuelco y sentí mis huesos colgar del abismo peligroso del deseo. Apenas llegó hasta mi y rompió a llorar. Aun absorbido por la sorpresa del encuentro nos saludamos y le pregunté qué le pasaba, mientras le ofrecia mi pañuelo y le levantaba dulcemente el menton. Me contó de su desesperación y me suplicó que la ayudase, ya que no sabía a quién acudir. Me ofreció 30.000 dolares, más los gastos diarios. Lo que más deseaba era encontrar a su esposo y a esta altura del partido yo no estaba muy convencido de querer saber nuevamente de él. Le propuse dirigirnos a un lugar mas apropiado para hablar y ella apoyando su cabeza en mi hombro me dijo que en su casa estariamos mas tranquilos y aparte que tenia unos detalles que tal vez me ayudarian en la investigación. La rodeé con mi brazo por la cintura y lentamente tomamos rumbo hacia la puerta del local.
(CONTINUARÁ)

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Autores de este relato:

AMOR: http://aceptarseaunomismo.blogspot.com
EL MIEDOSO: http://elfos-misterius.blogspot.com

domingo, 14 de marzo de 2010

TU ERES POESIA


Mi pesque me ha dedicado estas palabras y yo le he contestado

NEGRO: PESQUE

AZUL: AMOR


Gracias PESQUE, espero que no te importe que las deje aqui plasmadas


Quizás no sé nada sobre la poesía misma,

Claro que si ya que tu eres poesia

Pero te haces un poema vive en mi corazón,

vivo en ti el dia a dia
Intento describir el brillo de tus ojos,

mis ojos brillan cuando te miran
Tu perfil cauto de sombras,

mi pefil precavido de ti
Tus manos que acarician mi tiempo,

tu tiempo que pasa por mi
Tus pasos que rebotan en mi mente,

mi mente que no deja de pensar n ti
Sólo eres poesía.
Por que tu me sabes describir
Tampoco sé de pintura,
pero yo me dejo pintar

Pero eres mi cuadro perfecto;

porque tu me ves sin igual
Te observa con detenimiento y no puedo esquivar mi mirada de tu rostro,
yo me siento observada y con tu mirada penetrada

Veo cada sensación, cada sentimiento en ti,

dejo que me traspases y sientas mi sentir
Cada vez atento a lo que hagas o no.

yo pendiente de tu reaccion
De música nada sabía,

yo solo escucho de tu voz la melodia
Hasta que llegaron a mis oídos las notas más hermosas que jamás haya escuchado:
tu nombre y tu voz.
noto tu silencio al escuchar esta mi voz y cuando dices mi nombre me recorre un temblor

Estáe es toda la música que necesito cada mañana,
tu voz es melodia que se clava en mi alma

Cantante tu nombre en mi soledad.

al oir tu nombre me empiezo a excitar
No sé nada de nada,
no necesito saber mas

Sólo que eres mi poesía, mi pintura, mi música, mi película favorita ...
tu eres mi tiempo, mi espacio,eres lo que quiero poseer

Eres mi arte, eres mi vida.

tu eres el ser conquien un dia soñe

Te quiero


sabes que yo a ti tambien


miércoles, 10 de marzo de 2010

PARA MI PESQUE


Aun estoy despierta,
Solo pienso en ti,
en tener tu boca cerca,
muy cerca de mí.
Con mi mente te desnudo,
cierro los ojos,
y te siento aquí,
acariciando mi cuerpo,
de principio a fin.
Mi boca sobre la tuya,
mis manos sobre tu piel,
mi sexo desnudo,
buscando el tuyo también.
Acariciándonos con nuestras piernas,
frotando nuestro ser,
dejando en nuestros muslos el flujo,
para agacharnos a beber de él.
Mi cuero pide más,
el tuyo también,
quiero que me recorra tu lengua,
y la mía te quiere recorrer,
que tus dedos estén atentos,
para que me penetren una y otra vez.
Mientras mi boca a ti te come,
y de tu néctar logro beber,
cuando de mi saques tus dedos,
traga tu también,
que la distancia no nos impida,
pasárnoslo bien,
que la edad no nos cohíba,
para poder disfrutar,
de estas caricias compartidas,
de nuestros besos,
de probar nuestra sexualidad.
Hay cosas peores en esta vida,
que mantener una amistad,
que ha pasado de palabras a hechos,
pero que a nadie le hacemos mal.
Te espero en mi cama pesqueñina,
sabes que te comeré hasta el espinal,
quiero que formes parte de mi vida,
y que no te dejes amedrentar,
hay cosas que se eligen en la vida,
y otras las vivimos sin más.
Yo quiero vivir este momento,
y que no se convierta en un tormento,
quiero que te dejes llevar,
por lo que te dicta tu corazón,
y no por lo que piensen los demás.
Cierra los ojos mi vida,
abrázame otra vez,
duerme a mi pegadita,
que yo te hare sentir muy bien.

viernes, 5 de marzo de 2010

La venganza del Vampiro.


HISTORIA DE AMOR Y MIEDO
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Año 1895
Mi nombre es Lucien. Llevo más de dos años durmiendo en esta tumba olvidada. Navego en un estado soporífero, sumido en un letargo eterno y silencioso. Me siento elevado en medio de un limbo lúgubre, en donde la conciencia se desvanece y parece flotar en un ambiente desolador. Me niego abrir los ojos en esta oscuridad. Solo hay algo que impide a mi alma buscar la libertad hacia ese paraíso imaginario que una vez soñé. Hoy me atan pesadas cadenas que aprisionan mis sentidos... doblegan mi voluntad. Y es esa sensación de odio...ese deseo de venganza, lo que me mantiene alerta en esta especie de sopor. La realidad me despierta al fin...se presenta en mi mente derribando las murallas de mi propio espanto...estoy muerto en vida. Prisionero en mi ataúd, preso del silencio y de la soledad...y espero...espero el fatídico momento de rebelarme a éste, mi inaceptable destino. Me muevo apenas en mi pequeño claustro, este al que me arrastraron una noche fatal, cuando doblegado al accionar invasivo del veneno, sucumbí a la desvastadora parálisis multi-orgánica que me dejó sin ninguna defensa.
No solo envenenaron mi cuerpo, sino también mi alma que clama venganza y no descansará hasta ser complacida y vea torrentosos ríos de preciosa sangre correr desbordada...caliente...roja...han sido meses, dias, horas...interminables. Mi organismo poco a poco ha ido regenerándose, limpiándose a la par que mi corazón se fue convirtiendo en una dura roca, árido y con sed de justicia. La humedad del mausoleo, el abandono y el tiempo han trabajado conjuntamente en mi favor. El féretro huele a moho, a metal oxidado. Su deterioro me brindará la oportunidad que llevo años esperando. La libertad y la posibilidad de vengar la afrenta sufrida, lavar el honor y reparar la humillación a que fui sometido por mi esposa Elibeth y su complaciente amante.
Encojo mis rodillas con gran esfuerzo para hacer presion contra la tapa del ataud...mi cuerpo entumecido se arquea con dificultad...mis venas resecas se contraen violentamente...y mis brazos empujan hacia arriba.
Cruje el metal de mi estrecho claustro y de pronto la tenue luz del atardecer se sumerje de lleno en mis dilatadas pupilas...mis ojos inmenzamente abiertos sucumben ante el rayo mortecino que se filtra desde los altos vitrales del mausoleo.
Soy libre...al fin.
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Soy Elibeth, vivo atrapada en mis sueños, no se distinguir la realidad de la fantasía. Llevo un volcán en el interior de mi cuerpo, me he convertido en una depredadora vampiresa, insaciable y sexual.Tal es que atenté contra la vida de Lucien, mi esposo, para poder estar con mi amante y mientras lo vi retorciéndose de dolor, mi cuerpo llegó al clímax. Estaba muy excitada, ese día había sido mi mejor corrida, mi mejor orgasmo.Era la primera vez que había atacado a alguien a quien había amado tanto y me di cuenta que me gustaba, que me atraía la idea de correrme sin ser tocada, sin ser penetrada.
Malcom llego a nuestra mansión en busca de trabajo, una tarde de invierno en que la nieve caía en un espeso manto blanco. Nos encontrábamos en una época de recesión y escaseaba la mano de obra. Eso y sumado el recelo de los habitantes del valle de la comarca hacia nuestra oscura mansión, de la que muchos permanecían alejados, hizo que Lucien aceptara de inmediato al joven forastero. Su porte atractivo, su juventud y lozanía pronto me cautivaron, mientras que la lisa y apetitosa yugular latiendo en su cuello, se convirtió en el blanco irresistible de mis deseos más primarios... Al verlo cada mañana con su torso desnudo, mis colmillos sedientos y afilados se dejaban entrever, quería hincarle el diente y nunca mejor dicho. El me miro yo iba con un camisón blanco y transparente, no llevaba nada bajo el mismo, el se quedo mirando fijamente hasta que mi mirada fue a parar a la suya, se dio la vuelta y cuando se dispuso a salir de la habitación di un salto y me coloque tras de él.Podía sentir su corazón palpitar a ritmo acelerado y podía oler su sangre esa que quería saborear ,de la misma manera, que quería que el saboreara mi orgasmo.Mi primer instinto fue tirarme a su cuello y dejar sus venas vacías, frías, muertas.Pero el al notarme tan cerca, se dio la vuelta y mis ojos miraron la anatomía saliente de su pantalón. Por un momento casi creí que me había corrido. Baje mi mano hasta su paquete, el se dejo hacer, cuando se acerco a besarme lo separe de mi, le hice jurar que a partir de ese momento seria mi esclavo y yo su ama.Que si no lo juraba, primero lo usaría y luego tendría que matarlo, pero si lo hacía le daría la vida eterna, el sonrió y me dijo: A partir de este momento eres mi dueña y señora y quiero vivir una eternidad contigo.
Ahora era yo quien reía a carcajada. El besó mi boca y dejé caer mi camisón al suelo, dejando mi cuerpo al desnudo, mientras que bajaba sus pantalones y le desgarraba su ropa interior con mis uñas afiladas...Me penetro brutalmente en los escalones, sentía su miembro duro y tieso y notaba como me lo clavaba en mi sexo, como si de una estaca se tratara. Deje que se corriera a gusto y luego nos dirigimos a la cama. Allí ate sus pies y sus manos mi lengua recorrió cada pliegue de su piel y con mis uñas le hacia pequeños cortes en su cuerpo para luego beber, mis colmillos estaban completamente fuera y el comenzó a gritar, yo le recordé que le había prometido la vida eterna y era una mujer de palabras. Besé su cuello para buscar sus venas y cuando di con ellas, le hinque el diente, y comencé a succionar hasta que el quedo inconsciente. Me recosté a su lado a descansar un instante. Tu morirás pero no desengrado, pensé...morirás de cansancio sexual.... era el clímax de un éxtasis total que hacía mucho tiempo no vivía.
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Con las primeras sombras del anochecer me encuentro abandonando el laberinto de tumbas del cementerio que me albergó durante tanto tiempo. Una enorme luna llena se levanta en absoluta blancura y serenidad por el horizonte. Mis pasos son vacilantes. Mis piernas están entumidas y pesadas, apenas puedo mantener el equilibrio mientras camino por la enmarañada senda rumbo a mi otrora mansión. Una voraz debilidad hace estragos en mi cuerpo y la sed reseca mi boca llagada. Mis carnes se sacuden en espasmos dolorosos e intermitentes. Pero aun así sigo avanzando... Veo llegar la hora de la venganza y eso es lo que más me da fuerzas para desandar el camino. La imagen de Elibeth, su cuerpo tan deseable, los momentos de lujuria y pasión arrebatadora de mi vida con ella, invaden mi mente febril y por momentos perdida. El solo hecho de pensar en ella me quema la piel. Nada me había perturbado mas que el descubrimiento de su traición, nada me había enceguecido más que el saberla junto a otro hombre a la que ella había convertido y que ahora la poseía y la disfrutaba. Nada me había dolido más que junto a su amante me envenenaran y me sepultaran en ese humedecido mausoleo para siempre. Sin embargo a pesar de esa estaca que ella me había clavado en el corazón al arrojarme a ese ataúd, la tristeza de pensar que la perdería por toda la eternidad me causó estragos en el alma. Cuando había andado ya la mitad del camino algo me detuvo e hizo que me ocultara entre las malezas que bordeaban la senda. Aguzé mis oídos y de repente el sonido cristalino de unas risas llegaron hasta mi. La luz plateada de la luna iluminó de pronto las figura de dos jóvenes enamorados que corrían hacia mi dirección. La visión de esos cuerpos rozagantes y llenos de vida me abrió un apetito voraz. El deseo de sangre fresca, dulzona, tibia, me invadía los sentidos, me causaba un anhelo y una locura incontrolables. Necesitaba beber de ese líquido rojo y vital, para que pudiera ser testigo de mi nueva resurrección. La pareja de jóvenes pasó jadeando a pocos metros de mi y, el olor a vida me impregnó en un instante las fosas nasales. Me relamí de placer imaginando sus venas abarrotadas del vital elemento espeso y rojizo.
Minutos después e ignorando mi presencia envuelta en la penumbra, yacían tumbados sobre la hierba fresca, a punto de fundirse uno en el otro en una cópula plagada de jadeos y suspiros. Las pertenencias que el muchacho llevaba encima volaron por el aire y casi cayeron a mis pies. El brillo reluciente de una espada destelló entre el revoltijo de sus ropas. La levante y acomode su empuñadura entre mis manos. Me acerqué lentamente, silenciosamente hasta sus cuerpos enlazados, transpirados y desenfrenados. La espalda del joven se movía en un galopante vaivén. Elevé la filosa hoja hacia el cielo y volcando las pocas fuerzas que conservaba en mi cuerpo la deje caer sobre ellos con toda la violencia de que fui capaz. Se hundió la espada atravesando sus cuerpos simultáneamente y partiéndoles el corazón, se clavó en la humedad del suelo. Alaridos de dolor rasgaron el macabro silencio de la noche. Me lancé sobre los despojos aun ardientes y enterré con desesperación mis hambrientos colmillos en el cuello aun palpitante de la hermosa muchacha.Sentía el tan deseado elixir invadir mi boca, saciar mi sed apabullante y llenarme de vida nuevamente. No se cuanto tiempo permanecí bebiendo el néctar tan preciado de sus venas. Lentamente me puse de pie, desenterré la espada de sus cuerpos inertes, la cargué conmigo y seguí mi camino hacia la ya cercana mansión. Mi venganza estaba a punto de consumarse.
La fachada de la gran mansión se dibujó de repente ante mis ojos. Con la nostalgia a flor de piel me quede extasiado observándola por largos minutos. A medida que me acercaba a ella se hacia más imponente. Mis piernas temblaron al comenzar a subir las amplias escaleras de acceso a la majestuosa mole de cemento gris que me recibió envuelta en una espesa atmósfera cargada de presagios.
Estiré mi mano hacia el enorme portal y este cedió ante la leve presión de mis dedos. Siempre estaba abierta...pues nadie que fuera desconocido osaba poner sus pies en la tenebrosa edificación.
Avance por los silenciosos corredores, oscuros, interminables y que conocía tan bien...Se me aceleró el pulso al detenerme ante la puerta de la alcoba principal. Las sienes me palpitaban al unísono con los latidos del desbocado corazón.
La puerta yacía entreabierta, una tenue luz de velas apenas iluminaba en su interior. Me deslicé a la habitación como un ladrón se introduce en el escenario de su raíd delictivo.
La escena que se presento ante mis ojos me aniquiló. Ahí yacían los dos autores de mi desdicha eterna. Tendidos en la cama, sobre la blancura de las sábanas..dormidos, entregados al placer, esta vez del sueño...sin imaginar siquiera a la muerte rondar tan cercana.
Tomé nuevamente la espada teñida de sangre...rocé con su filo apenas en el brazo del hombre que acusó recibo del pinchazo helado del acero en su piel...lentamente se enderezó y sus ojos otearon en la semi oscuridad. Debió escuchar mi alocada respiración, porque en un segundo se sentó al borde del lecho. No le di tiempo ni siquiera de sorprenderse. La espada buscó la garganta, atravesó su cuello y en una milésima de segundo, la cabeza salió despedida al centro de la alcoba en medio de un rió de sangre. Elibeth despertó en ese segundo crucial y lo que vio no pareció encajar en su obnibulada mente. La miré con todo el amor y la pasión con que la había recordado y deseado todo este tiempo.
Su grito de terror me sacó de ese instante eterno y a la vez fugaz del abismo sideral donde mi alma oscura había descendido...la vi escapar desnuda a través de la cortina del tiempo que parecía detenido...espada en mano salí tras ella mientras mi desenfrenado corazón parecía salirse de mi pecho.


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Salí huyendo de la habitación presa del pánico. La imagen de Malcom desangrándose y su cabeza casi al borde de la cama mirándome con sus ojos desorbitados me espantó. No podía dar crédito a lo que mis aterradas pupilas acababan de ver. Lucien había regresado...era increíble. El aire helado de la noche me castigó en la cara, y seguí corriendo hasta llegar al borde del arroyo que cruza detrás de la mansión... Mire hacia atrás al oír un sonido aterrador. Sin pensarlo cruce el arroyo, ya que al otro lado estaban las cuadras. Mi cuerpo desnudo estaba empapado y el viento frio y gélido lo azotaba. Nuevamente oi unos ruidos tras de mi...era él, pude verlo a lo lejos, no corría, se acercaba erguido y seguro de que me iba a alcanzar. Entré rápidamente a las cuadras y cerré la puerta por dentro. El rasguido de sus uñas rascando el portón, hizo que mi cuerpo se estremeciera y a la vez que me excitara, a sabiendas de que venía a matarme. Me quedé aguzando, mi sexto sentido clavado en esa puerta...Me dí cuenta que necesitaba sentirlo dentro de mí. La imagen de una mantis religiosa vino a mi mente desbocada. De una patada tiró el portón al suelo...permanecí inmóvil, con esa mirada que el ya conocía...noté como su expresión pasó del odio y la venganza a la rabia y al deseo. Se colocó muy cerca de mí, acerco su boca a la mía rozando mis labios, pero sin llegar a besarlos. Acaricio mi nuca y enredo mis pelos entre sus dedos...tiro fuertemente de mi, arrastrándome de los cabellos, hasta una esquina del granero, la cual estaba llena de objetos antiguos, tan antiguos como nosotros. Cogió dos tablones y los unió en forma de cruz. Me puso sobre ellos estirando mis brazos, uno a cada lado y los amarro al madero...mi cuerpo estaba mojado de deseo, me ponía más exitada el hecho de que me tratara tan mal...me hacía desearlo cada vez mas. Se dirigió a un viejo armario y cogió un martillo y clavos...mis ojos estaban aterrorizados, pero mi sexo cada vez estaba más mojado. Coloco un clavo sobre la palma de mi mano y lo introdujo de un solo golpe de martillo clavando mi mano a la gruesa madera... repitió la misma acción con la otra...yo le pedía, le rogaba, le suplicaba que introdujera su clavo en mi sexo, ese que palpitaba entre sus pantalones. El arrancó de un tirón los botones de su camisa...con sus uñas rasgo la carne de su pecho y me dio a beber de su sangre...yo la tragué ansiosa, voraz...acerqué mi rostro y hundí mis colmillos entre sus costillas...y succioné casi dejándolo seco...El se separó de mi y termino de desnudarse, abrió mis piernas y cumplió mis ruegos, se clavó en mi interior y mis manos se soltaron del tablón, el dolor era intenso y a la vez excitante, mi orgasmo fue brutal, ahhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! y el también gimió, ohhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!! Tras interminables minutos se me quitó de encima y se puso en pie...yo me levanté y mire a mi alrededor. Vi su espada afirmada en la pared, corrí a por ella, el me miro y antes de que pudiera reaccionar le atravesé el corazón. Lo mire a los ojos mientras moría...nuevamente me excite, comencé a masturbarme viendo como se debatía otra vez ante mí. Me puse ante él, introduje mi mano en su pecho y le arranque el corazón, necesitaba comer ya que a mi hacer el amor me abre el apetito y seguro que esta vez no volverá a la vida eterna. Yo decidiré quien vive eternamente y quien muere al instante..porque ese es el primer mandamiento de la vampiresa que mora en mí... jajajajaajaja.

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Autores de este relato:
AMOR:
http://aceptarseaunomismo.blogspot.com/
EL MIEDOSO:
http://elfos-misterius.blogspot.com/

lunes, 1 de marzo de 2010

ESTO SIGUE




Allí estaba la chica, con tres mujeres mas, quien se lo iba a decir a ella, con el asco que le daba solo en pensar que dos mujeres se comían sus sexos una a la otra. Y ahora ella estaba dispuesta a comerse todo lo que se le pusiera delante.
Acostada, perpleja, decepcionada, así es como estaba su compañera de trabajo, no dejaba de observar con la mirada perdida, mientras la chica manoseaba a una de sus compañeras de piso, delante de su propia pareja. Pero a la chica todo le daba igual, ella no estaba obligando a nadie a hace cosas que no quisieran.
Tumbadas en la cama con su boca en la vagina de una de ellas, las besaba tierna y dulcemente, su lengua paseaba sobre los labios vaginales, le daba pequeñas lamidas a su clítoris, mientras su pareja se empezaba a mosquear, pero ni la chica ni ella se inmutaban. Mientras ella le daba rienda suelta a su lengua y la otra se dejaba llevar por su deseo por la excitación, apretaba mi cabeza con fuerza hacia su sexo, casi la penetraba con la nariz, por momentos le faltaba el aire.
Se soltó como pudo, la viro boca abajo sujeto sus manos y empezó a recorrer su espalda con ayudada de sus labios y de su lengua, la otra gemía, pero estaba inmóvil, la chica se recostó sobre ella, dejando caer su pubis sobre el trasero de la otra y sus pechos sobre la espalda, abriéndole las piernas a la otra con las suyas.
Estrego su pubis sobre ella de arriba abajo, mientras la otra intentaba darse la vuelta. Soltó sus manos y antes de que se diera cuenta le había dado la vuelta y estaba sobre ella, besaba su boca con lujuria, puso su rodilla en la vagina de la chica y esta comenzó a restregarse en ella, mientras la otra la besaba y apretaba sus pechos con fuerza, con mucha fuerza.
La chica parecía que había roto aguas, su flujo le escurría por sus nalgas y sobre la pierna de la otra.
La otra bajaba, besando sus pechos, succionándolos, la chica se excitaba, al ver su mirada lasciva, la otra seguía recorriendo su cuerpo con la mirada clavada en la de la chica, al llegar a su entrepierna paso su boca por esa raja que parecía la desembocadura de un rio, cuando levanto la cabeza tenia la boca chorreando se sonrió, le dijo a la chica que esperara un momento que iba a buscar algo.
No tardo ni dos minutos y estaba de vuelta, traía uno de sus juguetitos en la mano, era un pene de silicona doble, ella se puso de pie sobre la cara de chica y se introdujo una de los extremos, dejando se caer con el otro colgando a la boca de la chica, rosando sus labios, acariciando su cara, la chica abrió la boca y la otra la dejo caer dentro de ella, subía y bajaba, se la metía y se la sacaba de la boca, por ella chorreaba el flujo, que la chica se tragaba con ansias, eran tantas las ganas que yo esperaba que la otra se agachara, ella iba en su busca.
La otra con el miembro de silicona la mitad dentro y la otra mitad colgando dejando la que colgaba sobre la cara de la chica se dirigió a su sexo, le dio lengüetazos y palmadas sobre su clítoris, mientras la chica chupaba lo que estaba a su alcance.
La chica sentó a la otra sobre la cama y ella se puso de espaldas sentada en sus piernas, la otra sujeto el juguete y la chica se dejo caer sobre sus pies hasta que la otra mitad le entro del todo.
Ambas se habían olvidado de que en la casa habían dos persona más, que estaban muy cabreadas, sobre todo una de ellas, ya que se suponía que eran pareja.
Pero bueno estas dos seguían con lo suyo, mientras la chica subía y bajaba y el juguete la penetraba la otra la sujetaba de sus pechos y mordía su clavícula.
La chica se la saco y se sentó frente a la otra cruzaron sus piernas y se volvió a introducir dentro, ambas se recostaron para atrás y haciendo sus culos de atrás hacia delante se penetraba la una a la otra. La chica se la saco de dentro y se la saco a la otra para terminar el trabajo comiéndoselo la una a la otra.
Los gemidos y gritos de ese multi orgasmo retumbaban por toda la casa, la otra se dio la vuelta y recostó su cabeza sobre el pecho de la chica y así amanecieron al día siguiente.