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lunes, 13 de septiembre de 2010

YO TAMBIEN QUIERO ...........


Después de una ducha compartida, de refrescar nuestros cuerpos, de darles placer bajo la alcachofa y con la misma, después de eso, me dirigí hacia el cuarto, tú estabas sentada en el suelo yo me acerque a cuatro patas y ronroneando como una gata, restregué mi cabeza en tu espalda, pase mi lengua por tu nuca, coloque un pie sobre tu hombro dejando mi sexo y su humedad sobre el mismo puse mi mano derecha en tu oreja, comencé a acariciarla.

Mi rodilla estaba sobre tu pecho izquierdo, tu mano derecha acariciaba mi pierna, mientras la izquierda estaba apoyada en el suelo yo pase mi mano izquierda por tu entrepierna comencé a acariciar tu húmedo sexo, tu clítoris estaba muy hinchado, presione sobre él con dos dedos, pero se resbalaban, así que opte por introducir un dedo en tu interior y removerlo en semicírculos, a la vez que me restregaba sobre tu hombro, mi aliento cálido golpeaba tu cuello y erizaba tu piel, tus pezones firmes y apetecibles, los míos duros y deseosos de tu boca.


Con mi rodilla acariciaba tu pezón, introduje un dedo más en ti y empecé a acariciar tus paredes vaginales, mis dedos se perdían entre tantos pliegues y tus pliegues se cerraban alrededor de mis dedos.
Busque tu boca, tú me torturaste un poco, no dejando que me la comiera, solo me rosabas con tus labios, hasta que mis dientes atraparon tu labio superior, lo bese, lo chupe, mi lengua recorrió tus dientes color marfil, tu lengua vino a mi encuentro, tuvimos un intercambios de fluidos salivares, mientras otro de mis dedos hurgaba en tu interior, notaba salir un torrente de tu néctar y cada vez estaba más sedienta.

Pase de restregar mi sexo sobre tu hombro a darle golpecitos a mi clítoris sobre el mismo, estaba tan cachonda que necesitaba correrme, la postura no era muy cómoda, pero quería que ella se corriera allí sentada , así que con la palma de mi mano frote su sexo de arriba abajo notando su excitación, ella clavo sus dientes en mi muslo y cada vez me apretaba mas, estaba a punto de correrse, pero como ya me hacía daño, la tire del pelo hacia atrás y hundí su boca en la mía, me iba tragando todos sus gemidos y su respiración entre cortada , cuando se corrió la recosté de espalda al suelo y mi cabeza se refugió entre sus piernas, mi boca se dirigió a saciar su sed y mi lengua repasaba cada centímetro de su vagina, le di un mordisquito a su clítoris hinchado y ella apretó mi cabeza con fuerza hacia abajo, así que mi lengua se paseo de arriba abajo, de un lado a otro por su clítoris que de la excitación estaba fuera de su capucha, le daba chupitos mientras mis manos apretaban sus pechos, no eran muy grandes pero nunca había visto unos pezones tan hermosos, bese sus labios vaginales como si de la boca se tratara, ella gritaba y removía su culete de un lado para otro, me sujete de sus nalgas, atrape su clítoris en mi boca y comencé a mover con rapidez la cabeza de un lado a otro.

Ella me pegaba, ya se había corrido y no podía más, me empujaba la cabeza hacia atrás, me tiraba del pelo…. Pero mi boca no podía separarse de su campana, no quería dejar de oír su dulce melodía, que su miel me llenara la boca tanto por dentro como por fuera y compartir con ella ese sabor tan dulce que me queda en cada uno de nuestros encuentros, eso sí a mi me vuelve a dejar a media, la próxima vez esperare correrme yo para luego dejarla extasiada.


Moraleja: si tienes hambre come, pero que te coman a ti también….. el dulce compartido engorda menos.


PD: Es la segunda vez que me dejas a pan y agua, jjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjj